Para iniciar el acto protocolario de tomar la protesta a la nueva Presidenta de la República, Claudia Sheimbaum Pardo, la anunciada civilidad entre las fuerzas políticas en el Recinto de San Lázaro se rompió, cuando en las Comisiones de cortesía para recibir al ex Presidente y la Presidenta sólo se nombraron legisladores del grupo, parlamentario de MORENA.
La discusión en la tribuna con los posicionamientos de los partidos políticos fue tersa, de alguna manera, en donde la oposición anunció que serán analíticos a la hora de tomar las decisiones pero no serán un apéndice del ejecutivo pues votarán pensando lo que es mejor para los mexicanos.
Sólo el PAN dejó abierta la posibilidad de ser una oposición férrea ante la llamada Cuarta Transformación d ella, vida pública de México, mientras los demás hicieron uso de un tono más conciliador.
El “negrito” en el arroz, se presentó cuando el grupo ,parlamentario de MORENA que preside la Mesa Directiva del Congreso y las presidencias de las Juntas de Coordinación Política de Diputados y Senadores, decidieron sólo nombrar gente de su partido para recibir al ex mandatario y a la Presidenta.
Eso, aseguraron los partidos de oposición es una muestra de una u otra manera de que se confirma la intensión de la mayoría de MORENA y sus Aliados de legislar con la norma de “ni te veo, ni te escucho ni te hablo”.
La duda en cuanto a ese nombramiento se dejó en el aire si fue una petición de los legisladores de MORENA o fue una solicitud de la Presidenta Claudia Sheimbaum Pardo, lo que causaría una controversia mayor por quién no querría ni siquiera saludarlos es la ya Primera Mandataria del país.
Después de iniciada la Sesión de Congreso General y que se designó a las Comisiones de Cortesía, formadas sólo por mujeres para recibir a la Presidenta de México y de sólo hombres para recibir al ex mandatario a sus respectivas llegadas, se decretó un receso para esperar la llegada de ambos personajes.